Lo malo del homeschooling
(Extracto de un post publicado por Laura Mascaró Rotger)
1) La soledad= Eso me pasó al principio. Cuando vivía en un sitio donde casi no había homeschoolers. Cuando fui a un encuentro donde había unas 100 familias y me di cuenta de que no tenía nada en común con ninguna de ellas. Nada excepto el hecho de educar sin escuela. Así que durante un tiempo me sentí muy sola. Me relacionaba con gente escolarizada con la que me llevaba muy bien y tenía cosas en común pero con la que no podía hablar de homeschooling, porque no lo entendían. Si hablaba, tenía que hablar de lo bueno, "vender la moto" como se dice coloquialmente. Pero lo que yo necesitaba era hablar de todas mis dudas y todos mis miedos. Internet me salvó un poco de eso.
2) La incomprensión= Obviamente, va muy relacionada con la soledad. Yo me he sentido muy incomprendida tanto entre gente escolarizada como entre gente no escolarizada. Eso tal vez ha sido lo peor. Darme cuenta de que realmente no puede haber una tribu homeschooler porque siempre hay quien viene a decirte que lo que tú haces no es homeschooling, o que deberías hacer o dejar de hacer X cosas, o que tú sólo quieres lucrarte con el tema (ya me ven, escribo esto desde mi mansión de tres pisos del Caribe). Y fuera del colectivo, ni lo comento. He tenido que oír las estupideces más grandes que os podáis imaginar. (Insisto: no soy Amish, ni vegetariana, ni me creo superior a nadie).
3) La desescolarización interior= Sí, eso fue muy difícil y por eso me alegra poder ayudar a otras personas con mis cursos. Al principio me sentía muy mal si hacía ciertas cosas en horario escolar. Mi inercia escolar era mi peor enemigo; la vocecilla que decía "deberías..." o "no deberías...". Y chocarme con la pared que parecía ser mi hijo cada vez que yo había hecho unos planes maravillosos y él los tiraba por tierra. Aprender, como dice Sandra Dodd, a centrarme en la persona que mi hijo ES y no en la IDEA que yo tenía de quien debería ser.