La realidad detrás de los exámenes..

"Tomar exámenes puede tener alguna utilidad, tanto para la persona que toma el examen (para ver qué sé y dónde estoy parado, lo que he logrado y lo que no) y para instructores (qué debe cambiarse, mejorar y desarrollar el curso o la capacitación). Pero más allá de eso realmente no dicen mucho. Quiero decir, sé, por muchos muchos años de haber pertenecido a comités de admisiones para el ingreso a programas graduados avanzados de MIT - tal vez uno de los más avanzados que cualquiera -, y claro que prestamos algo de atención a los resultados de exámenes pero en verdad, no mucho. A una persona le puede ir magnífico con todos los exámenes y entender muy poco. Quiero decir que todos los que hemos pasado por la escuela, colegios y universidades, estamos muy familiarizados con esto. Te pueden asignar...puedes estar tomando, digamos, un curso por el cual no tienes ningún interés y es un requisito que apruebes un examen. Puedes estudiar arduamente y pasar por la piedra el examen ( para usar la locución), salir muy bien. Luego un par de semanas más tarde olvidas de qué se trataba el asunto. Seguramente que todos hemos vivido esa experiencia. Yo sé que a mí me ha pasado. Puede ser un instrumento útil si contribuye al propósito constructivo de la educación. Si trata tan solo de un conjunto de obstáculos que tienes que superar, puede terminar siendo no solo irrelevante sino un desvío de aquello a lo que te deberías estar dedicando."

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