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Cumplió un sueño de joven al acudir a la gala previa al torneo de Wimbledon
miércoles, 26 de junio de 2013 - 9:13 AM
Actualizado en: miércoles, 26 de junio de 2013 - 9:31 AM
Nota de archivo: Este contenido fue publicado hace más de 90 días
En su afán por ser tenista profesional, Mónica Puig Marchán ha sacrificado muchas cosas que otros jóvenes dan por sentadas.
Una de esas fue perderse el ‘senior prom’, la fiesta de graduación a la que muchos jóvenes van tras graduarse de escuela superior. Cómo fue educada en su hogar para enfocarse en su entrenamiento de tenis, Mónica no tuvo ‘prom’.
Cuando El Nuevo Día la visitó en Miami durante el verano de 2011, Mónica -que entonces tenía 17 años- conocía el sacrificio que estaba haciendo en su vida personal por su deseo de ser tenista. Pero entendía que el tenis le daría su fiesta de ‘graduación’, cuando acudiera a una de las galas previas a los torneos Grand Slam, elegantes actividades solo para participantes, organizadores y patrocinadores.
“Vas allí con todos los jugadores y es una gran fiesta. Yo veo eso como mi ‘prom’, y mejor, porque cuando vaya sé que será porque me lo gané”, dijo entonces la adolescente.
El pasado miércoles en Londres, Mónica finalmente tuvo su ‘prom’, cuando acudió a la gala previa a Wimbledon. La invitación la reciben todos los jugadores adultos que cualifican al torneo. Es una fiesta exclusiva, que les permite a los tenistas compartir fuera de cancha con amigos y rivales.
“¡Me encantó! Fue muy emocionante. Pasé un muy buen rato”, dijo anteayer Puig, actualmente de 19 años, durante una entrevista telefónica.
En la gala, que cuenta con alfombra rosa y otros lujos, la boricua compartió con los jugadores del actual Grand Slam sobre césped. Muchos se han convertido en sus amigos, ya que se ven a menudo y comparten durante las distintas paradas del tour de tenis profesional.
Entre estos se encuentran las tenistas Irina Falconi, Shelby Rogers y Alison Riske, amigas de la boricua. El cuarteto incluso posó para fotos graciosas durante la gala.
Fue una experiencia inolvidable. “Fue muy bonito. Y me siento bien porque sabía que merezco estar aquí. Será la primera de muchas”, agregó en tono confiado la joven atleta.
De vuelta al césped
Pero Mónica no fue a Londres solo a fiestar. Fue a competir. Tras su dominante triunfo el pasado lunes sobre la quinta clasificada mundial Sara Errani, la raqueta boricua chocó hoy con la española Silvia Soler Espinoza, sembrada 74 en el escalafón de la WTA.
La boricua se medirá en la tercera ronda con quien gane entre la ucraniana Lesia Tsurenko y la checa Eva Birnerova.