La verdadera educación (El tesoro escondido)
Ahora más que nunca me he enamorado de mi vocación como educadora porque la educación que no es igual a la escolarización, tiene un fin muy diferente a una simple repetición de traslaciones premeditadas que no invita al descubrimiento innato del individuo a buscar respuestas a esos misterios descubiertos.
En donde no existe respuestas incorrectas e correctas sino respuestas que abren puertas a la exploración de miles de posibilidades y teorías que pueden ser aprobadas a través de puntos de vistas y metodologías diferentes.
Es un proceso espontáneo, evolutivo en donde la complejidad se vuelve simple y imprescindible para el desarrollo de las capacidades humanas y emociones.
Dejando el niño ser y no es forzándolo a un sistema en donde las etiquetas y las calificaciones son la orden del día para determinar su potencial y hasta dónde puede llegar sin tomar en cuenta su individualidad, su creatividad, cualidades y el trasfondo cultural/familiar de ese individuo.
Si queremos una educación verdaderamente buena y con resultados distintos, debemos des escolarizar nuestros planteles de sus sistemas tradicionales y sacar todo aquello que impide al niño(a) verdaderamente aprender y descubrir el medio ambiente que le rodea y su sociedad que es intergeneracional.
Uno no dividido haciéndolos todos "iguales" como pretenden hacer en donde no fomenta la socialización genuina entre las diferentes edades.
Nos hemos acomodado a actuar así y no queremos cambiar porque el cambio cuesta; pero como dijo el gran científico Albert Einstein: " Si queremos resultados distintos, no hagas siempre lo mismo." -Cristal Laboy Soler
"En algún momento, cuando no estábamos mirando, la escolarización institucional megalítica se convirtió en una piedra angular irracional de toda nuestra economía y en el momento en que comenzamos a darnos cuenta, no podía ser se removida, no importa cuán enérgicamente gruñéramos y gimiéramos." John Taylor Gatto El currículo de necesidad